Uno de los temas más debatidos en el fútbol es quiénes son los mejores jugadores del mundo. Todo el mundo tiene sus opiniones y prejuicios, formados en parte por el lugar donde viven, a quién apoyan y a quién han visto jugar, ya sea en directo o por televisión.
No puede haber una lista definitiva. Sin embargo, aquí tienes tres sugerencias de jugadores que, al menos, estarían en la lista de finalistas para muchos.
Lionel Messi
El argentino de 36 años fue elegido recientemente como el Mejor Jugador Masculino de la FIFA en 2019, el último de una lista casi interminable de galardones, que incluye cinco Balones de Oro, seis Botas de Oro europeas (otorgadas al máximo goleador del fútbol europeo) y ha sido reconocido como el Mejor Jugador de LaLiga en ocho ocasiones. En 692 apariciones con el Barcelona, ha marcado 602 goles y, en 2012, logró la hazaña de anotar 91 goles en un solo año natural. Esto es aún más impresionante si se tiene en cuenta que, cuando se unió a la cantera del Barcelona, era tan callado que sus compañeros pensaban que era mudo, y tuvo que recibir tratamiento con hormona de crecimiento para poder desarrollarse físicamente. Messi es bajo —mide 1,70 metros—, con un centro de gravedad bajo, pero con una capacidad de regate sobresaliente y un control del balón impecable, lo que le permite superar a varios rivales, uno tras otro, a menudo con carreras desde el lado derecho del campo. También es un pasador excepcional, con la visión y la técnica para encontrar ángulos y opciones que se le escapan a otros jugadores, y es un excelente especialista a balón parado.
Un hombre de un solo club durante toda su vida, ha ayudado al Barcelona a alcanzar un nivel de éxito sin precedentes en su historia, ganando diez títulos de liga, seis Copas del Rey, cuatro Ligas de Campeones y el Mundial de Clubes en tres ocasiones.
Formó parte del equipo de Pep Guardiola en 2009 que ganó el triplete y, adoptando el estilo “Tiki-Taka”, jugó uno de los mejores fútboles jamás vistos en el escenario mundial, con Messi asistido por Andrés Iniesta y Xavi, quienes manejaban el centro del campo. Desde su retirada, el Barcelona ha sido menos dominante y ha llegado a depender aún más de Messi y de su capacidad aparentemente ilimitada para salvar partidos.
La única mancha en su historial como jugador es su relativo fracaso a nivel internacional con Argentina. No es tan querido en su país natal como en el resto del mundo porque ha jugado todo su fútbol de clubes en España; ayudó a llevar a la selección a tres finales consecutivas —el Mundial de 2014 y la Copa América de 2015 y 2016—, pero las perdieron todas. Se retiró brevemente del fútbol internacional, solo para regresar y, casi en solitario, llevar a Argentina a la clasificación para el Mundial de 2018 en Rusia. Sin embargo, volvieron a rendir por debajo de lo esperado y fueron eliminados pronto en octavos de final, tras apenas superar la fase de grupos.
Más recientemente, llegaron a las semifinales de la Copa América de este verano, pero volvieron a quedarse cortos, siendo derrotados por Brasil en semifinales.
Cristiano Ronaldo
Durante casi una década, Cristiano Ronaldo ha competido con su gran rival Messi por el título de mejor jugador actual del fútbol mundial.
Los 9 años que el capitán portugués pasó en el Real Madrid le vieron a él y a Messi en una lucha continua por ver quién se llevaría el honor de ser el número uno, no solo en LaLiga, sino en el fútbol europeo en general, con ambos decididos a igualar al otro en goles y actuaciones destacadas. Ronaldo fue elegido Mejor Jugador Masculino de la FIFA en 2016 y 2017 y, al igual que Messi, es cinco veces ganador del Balón de Oro. Comenzó su carrera en su Portugal natal, antes de pasar a la Premier League y al Manchester United, donde se dio a conocer al público mundial, ganando la primera de sus cinco medallas de la Liga de Campeones. El cuatro veces ganador de la Bota de Oro europea se trasladó a Madrid en 2009 por lo que entonces fue un traspaso récord mundial y luego procedió a devolverlo con creces, ayudando a conseguir dos títulos de liga, la Copa del Rey en dos ocasiones y la Liga de Campeones en cuatro de las cinco temporadas entre 2013 y 2018.
Durante su tiempo en España promedió más de un gol por partido y ostenta el récord de más goles marcados en la Liga de Campeones con 127 —15 más que Messi y 50 más que el siguiente en la lista, Raúl, quien también tuvo una carrera legendaria con el Real Madrid. Comenzó su carrera como extremo y, dotado de velocidad y excelente técnica, se ganó la reputación de ser un “showman” en sus primeros días por su tendencia a hacer demasiados regates y caer al suelo con facilidad.
Sin embargo, con los años, ha evolucionado hasta convertirse en un delantero completo, capaz de jugar en ambas bandas, así como por el centro. Puede marcar con ambos pies, es un cabeceador potente y lanza faltas con efecto y potencia. Los regates y amagos siguen ahí, pero ha aprendido cuándo hacerlos para lograr el máximo efecto. Siempre en excelente forma física, es capaz de momentos de pura brillantez —su chilena para el Real Madrid ante la Juventus en los cuartos de final de la Liga de Campeones 2018 fue tan buena que le valió una ovación de los aficionados locales.
La Juventus quedó tan impresionada con su talento que pagó 100 millones de euros por el jugador de 34 años en el verano de 2018 para ficharlo. Terminó como máximo goleador de la Serie A esa temporada, pero la decepción para él y su nuevo club llegó en la Liga de Campeones cuando el Ajax eliminó a su equipo. Sin embargo, tuvo el consuelo de ganar el título de liga y ser elegido el jugador más valioso de la Serie A.
Donde Ronaldo sí tiene ventaja sobre Messi es en el hecho de haber logrado el éxito a nivel internacional, habiendo capitaneado a Portugal para ganar la Eurocopa 2016 y, de nuevo, este año, la Liga de Naciones inaugural.
Neymar
Neymar —o, para darle su nombre completo, Neymar da Silva Santos Junior— suele mencionarse en el mismo nivel que Messi y Ronaldo, aunque, hasta la fecha, hay una sensación de que la carrera del brasileño no ha alcanzado todo su potencial. En parte, esto se debe a su carácter. Durante el Mundial de 2018, el periódico brasileño O Globo comentó que Neymar “ha encantado a Brasil y molestado al resto del mundo”. Entre los neutrales, es poco querido por su cinismo y teatralidad, y se le considera un jugador que se tira en exceso, siempre buscando faltas baratas y tratando de que los rivales sean sancionados por los árbitros.
Neymar fue señalado como estrella desde muy joven. Hijo de un exfutbolista profesional, se unió a la cantera del Santos con 11 años y progresó tan rápido que le ofrecieron la oportunidad de unirse al Real Madrid solo tres años después. Sin embargo, eligió continuar su desarrollo en Brasil, donde ayudaría al Santos a ganar títulos de liga y copa, y fue nombrado Jugador Brasileño del Año en cuatro ocasiones consecutivas. También debutó con la selección absoluta de Brasil siendo adolescente.
En mayo de 2013 se trasladó al Barcelona en un traspaso, aunque los términos de su fichaje siguen siendo un misterio y más tarde serían investigados por las autoridades fiscales españolas. El Barcelona y el vicepresidente Josep Maria Bartomeu fueron acusados de fraude fiscal. Su etapa en el Barcelona fue exitosa en el campo —el equipo ganó dos títulos de LaLiga, la Copa del Rey en tres ocasiones y la Liga de Campeones en 2015—. Sin embargo, mientras Neymar estuvo en el Barcelona, siempre dio la sensación de estar a la sombra de Messi y, en 2017, se unió al PSG francés por una cifra récord de 222 millones de euros.
Hasta ahora, se puede argumentar que el PSG no ha obtenido el valor esperado por Neymar, al menos en el terreno de juego. Se suponía que debía ayudarles a lograr el éxito en la Liga de Campeones, el gran objetivo de los propietarios del club, pero desde su llegada han fracasado de forma constante en cuartos de final. Y aunque el equipo ha ganado títulos de liga consecutivos y logró el doblete doméstico en 2018, eso no es un gran logro en un país donde el PSG es tan dominante en presupuesto y recursos. Neymar, por su parte, ha adquirido fama de perderse partidos, especialmente cuando el PSG juega fuera de casa contra equipos menos destacados, y este verano estuvo constantemente vinculado a un regreso al Barcelona, aunque las negociaciones finalmente se rompieron.
El Mundial de 2014 debía ser el escenario para mostrar su talento prodigioso al mundo, con Neymar como el gran referente de la anfitriona Brasil, que se sentía predestinada a levantar el trofeo en casa. Sin embargo, contra Colombia en cuartos de final, Neymar tuvo que abandonar el campo en camilla y, sin él, Brasil fue humillada 7-1 por Alemania en semifinales.
Más decepciones llegaron en el Mundial de 2018. Neymar ayudó a su país a llegar a cuartos de final, pero fueron eliminados por Bélgica 2-1. Y, cuando Brasil volvió a ser campeón, en la Copa América de este verano, Neymar tuvo que perderse el torneo por lesión.
Virgil van Dijk
Virgil van Dijk fue elegido Futbolista Europeo del Año en 2019 y es uno de los principales candidatos para ganar el Balón de Oro esta temporada. Actualmente capitán de la selección de los Países Bajos, saltó a la fama tras unirse al Liverpool desde el Southampton por una cifra de 75 millones de libras en enero de 2018.
Desde su llegada a Anfield, ha ayudado a transformar al Liverpool en aspirante tanto al título de la Premier League como a la Liga de Campeones, y fue parte fundamental del equipo que levantó su sexta Copa de Europa ante el Tottenham en Madrid en junio de este año, doce meses después de haber perdido la final ante el Real Madrid.
Es físicamente activo, rápido sobre el terreno de juego, tácticamente inteligente y un excelente pasador desde atrás, además de ser superior en el juego aéreo en ambas áreas. Por encima de todo, lo que aporta a los equipos en los que juega es liderazgo, transmitiendo calma y confianza a sus compañeros.
Comenzó su carrera en su país natal con el Groningen de la Eredivisie, hasta que se trasladó a Escocia con el Celtic en 2013. En sus dos temporadas completas en Escocia, ganó dos veces la Premier League escocesa, una vez la Copa de la Liga y fue incluido en el Equipo del Año de la PFA de Escocia dos años seguidos. Se unió al Southampton en septiembre de 2015 por 13 millones de libras y fue un éxito inmediato, convirtiéndose pronto en capitán del club y siendo elegido jugador de la temporada 2015-2016.
Sin embargo, ha sido desde su llegada al Liverpool cuando ha florecido, ayudando a transformar al equipo de un aspirante al top cuatro a un serio candidato a los grandes títulos del fútbol. En reconocimiento a su esfuerzo la temporada pasada, tanto los jugadores como los aficionados del Liverpool lo eligieron como su jugador de la temporada 2018-2019.
También ha tenido un impacto significativo en su país, aunque no debutó internacionalmente hasta octubre de 2015. Nombrado capitán por Ronald Koeman, llevó a su selección a la final de la Liga de Naciones de la UEFA este año y, aunque luego perdieron ante Portugal, fue incluido en el equipo del torneo.
Lo que podría poner la guinda a su pastel este año es que el Liverpool logre, tras treinta años, volver a ganar la Premier League. Los augurios son buenos, ya que el equipo ha ganado sus ocho primeros partidos, pero, si lo consiguen, van Dijk probablemente tendrá un papel fundamental.