Jugar al fútbol implica aprender algunas habilidades básicas, sea cual sea la posición del jugador. Aunque estas habilidades son imprescindibles para cualquier equipo juvenil de fútbol, los jugadores deben seguir mejorándolas a lo largo de sus carreras.
La realidad es que, sin conocer o dominar estos fundamentos del fútbol, ningún jugador puede esperar rendir como un miembro eficaz del equipo.
Aquí, hablamos de los fundamentos del fútbol que son necesarios para jugadores de cualquier grupo de edad.
Fundamentos ofensivos del fútbol
Básicamente, hay tres fundamentos del fútbol para todos los movimientos ofensivos: penetración, apoyo y movilidad. Además, existen factores secundarios como la comunicación, la creatividad y el uso de toda la anchura del campo al atacar.
Las estrategias ofensivas en el fútbol pueden variar según el nivel de habilidad de los jugadores y las condiciones del partido. Sin embargo, cuando se trata de fútbol para principiantes, hay que centrarse en los siguientes aspectos del juego.
Regate
El regate es una de las habilidades básicas en el fútbol que consiste en mover el balón superando a los defensores manteniéndolo cerca de los pies. También ayuda a crear nuevos ángulos de pase y a salir de la presión.
Aunque muchos expertos creen que el regate es “un arte y no una ciencia”, existen técnicas básicas de manejo de pies y control del balón que los jóvenes futbolistas deben aprender.
Estas incluyen la capacidad de usar los bordes delanteros de los pies para manipular el balón y cambiar de dirección rápidamente sin perder el control ni el equilibrio.
El talón o el empeine también pueden usarse para controlar suavemente el balón, siempre que el jugador mantenga el equilibrio y esté listo para realizar el siguiente movimiento.
Es natural que los jugadores jóvenes se centren en el balón mientras practican el regate. Pero hay que reforzar la idea de observar el balón con la visión periférica mientras se utiliza la visión directa para buscar oportunidades creadas por los compañeros.
Pase
Un punto importante del regate es crear oportunidades para el pase. El pase ayuda a mantener la posesión del balón y genera oportunidades de gol.
Por ejemplo, cuando un defensor sale a desafiar a un centrocampista que está regateando, se crea un espacio libre en el campo. Un compañero puede correr a esa posición para recibir un pase.
El entrenamiento básico de fútbol debe incluir realizar y recibir pases fuertes directamente a los pies. Si eso no es posible, el jugador no debe dificultar demasiado la recepción del pase por parte del compañero.
Un ejercicio de pase debe incluir pases largos, paredes y pases hacia atrás. Los jugadores también deben practicar señales para comunicarse durante el pase. Además, la potencia, la precisión y el tiempo son tres factores clave para un pase exitoso.
Control/Parada
El arte de controlar el balón es una habilidad esencial en el fútbol que todo jugador debe perfeccionar. De hecho, un buen control es fundamental para realizar pases y regates efectivos. Grandes jugadores como Cristiano Ronaldo tienen excelentes habilidades de control que los convierten en dribladores campeones.
Con un buen control, el balón debe detenerse a los pies del jugador. Ahora puede disparar o regatear con él. Durante la práctica, los jugadores deben aprender a controlar balones rodados, botando y altos. Si el balón tiene efecto, es necesario controlar el giro al pararlo.
El control implica recibir balones altos y pases bajos. Los balones bajos pueden pararse con el interior del pie, el puente del pie o el muslo. Para recibir balones altos, se utiliza el pecho o la cabeza.
No importa cómo se controle el balón, la parte del cuerpo utilizada debe relajarse para evitar que el balón rebote.
Disparo
El objetivo principal del disparo es enviar el balón a la portería rival superando al portero. Una vez que los jóvenes jugadores aprenden las habilidades básicas de regate y pase, deben ser introducidos a la habilidad más avanzada del disparo.
La mayoría de los niños de 6 a 8 años cometen el error de poner demasiada potencia al balón sin centrarse en la precisión. Invertir demasiada potencia sin precisión provoca el mayor número de fallos. Por eso, ejercicios como golpear un objetivo con el balón son muy efectivos para mejorar la precisión.
Para empezar, los jugadores deben aprender a disparar raso. Para el portero, es más difícil bajar y detener estos tiros. Además, añadir una dimensión espacial al disparo en una etapa temprana puede hacer que el jugador sacrifique precisión.
Idealmente, el interior del pie es la mejor zona para golpear el balón con máxima potencia. Los jugadores deben aprender a plantar el pie de apoyo en el lugar correcto y apuntar hacia el objetivo antes de golpear el balón. El enfoque debe estar en el punto del balón donde se va a impactar.
Posiciones ofensivas
En cada equipo de fútbol, hay jugadores específicos en posiciones ofensivas y defensivas. Las dos principales posiciones ofensivas se detallan a continuación.
Delanteros
El delantero es el principal goleador y se sitúa más cerca de la portería rival. También se les llama atacantes. Los delanteros deben ser buenos rematadores y tener suficiente confianza y habilidad para superar a los defensores. A menudo, los delanteros son buenos líderes de equipo.
El delantero centro es el principal delantero. A veces se utiliza un segundo delantero que juega entre el centrocampista y el delantero principal. Este se sitúa más cerca del centro del campo que el delantero principal.
Los extremos son delanteros que juegan por la banda izquierda o derecha y pasan el balón al delantero principal. Deben tener la capacidad de realizar pases precisos.
Centrocampistas
Los centrocampistas juegan un papel crucial en cualquier partido, ya que cumplen funciones ofensivas y defensivas. Aunque se sitúan detrás de los delanteros, pueden tener que cubrir todo el campo según las circunstancias.
Un centrocampista ofensivo desempeña un papel ofensivo orientado a crear la mejor oportunidad para los delanteros. Son jugadores agresivos con gran control del balón y habilidades de pase. Dependiendo de la formación utilizada, este rol puede solaparse con el de delantero.
El centrocampista central se sitúa en el centro y conecta la defensa con el ataque. Tiene la mejor visión de ambos lados y juega un papel fundamental en el control del juego.
Además, existen centrocampistas por la derecha y por la izquierda, también llamados extremos. Se sitúan en los respectivos lados del campo y generan ataques desde esas bandas.
Movimiento sin balón
Durante un partido, un jugador pasa la mayor parte del tiempo sin la posesión del balón. Para cualquier buen jugador, el movimiento sin balón entre las líneas del equipo rival es clave para marcar goles.
Cualquier jugador que no tenga el balón puede moverse para encontrar espacios libres o sin marca entre las líneas del rival. Así podrá estar listo para realizar la mejor acción técnica según el contexto del partido.
Fundamentos defensivos del fútbol
Los fundamentos de la táctica defensiva en el fútbol consisten en aplicar presión y reducir los espacios libres para el rival. Al mismo tiempo, los defensores necesitan concentración, paciencia y disciplina para evitar errores y mantener la formación defensiva adecuada.
Despejes
El aspecto más importante de los fundamentos defensivos del fútbol es despejar el balón de la zona defensiva del campo. Los defensores requieren práctica especial para controlar balones difíciles y alejarlos de la portería.
Cabe destacar que los defensores pueden despejar el balón alto y lejos sin intención de pasarlo a un compañero. El despeje suele ir precedido de una interceptación, que consiste en tomar el control del balón cuando no está en posesión de nadie.
Defensa 1 contra 1
En el fútbol para principiantes, el 1 contra 1 es una de las habilidades fundamentales que necesita un defensor para despojar al rival del balón. Incluso si el defensor no logra quedarse con el balón, la acción puede hacer que el balón salga fuera de juego.
Idealmente, el defensor más cercano debe llegar al atacante lo más rápido posible. Cuando esté a una distancia de un brazo, debe reducir la velocidad para igualar el ritmo.
Para los defensores, la mejor forma de afrontarlo es mantener el cuerpo en un ángulo de 45 grados. Mantener la vista en el pecho y la cadera del rival sin perder de vista el balón ayuda a anticipar sus movimientos.
Entradas
Cuando el rival está en una posición ventajosa, la entrada es una de las mejores formas de recuperar la posesión del balón. Un defensor puede hacer una entrada de pie o de bloqueo manteniéndose en pie. La otra opción es una entrada deslizante con el cuerpo en el suelo.
Como permanecer de pie da más posibilidades de controlar el balón, se prefieren las entradas de bloqueo a las deslizantes.
La regla de oro de las entradas es ir al balón y no al jugador. Un contacto físico excesivo sin ganar el balón puede suponer una falta contra el defensor. Este es un punto que debe enfatizarse durante los entrenamientos.
Aunque las entradas y deslizamientos lucen espectaculares, también son una de las causas más comunes de lesiones. Asegúrate de dar los consejos adecuados durante los entrenamientos para prevenir este tipo de lesiones.
Atajar
Atajar el balón correctamente es un aspecto fundamental en el desarrollo de un jugador como portero. El arte de la portería implica adoptar la postura adecuada y atrapar el balón no solo con las manos, sino con todo el cuerpo. Por eso, la técnica básica de pies es esencial en los ejercicios de entrenamiento de porteros.
Generalmente, la recogida en cesta se utiliza para balones que llegan por debajo de la cintura. Para balones a la altura del pecho, se utiliza la recogida en diamante.
Reflexión final
Como entrenador, asegúrate de que las sesiones de entrenamiento sobre los fundamentos del fútbol estén apoyadas por los ejercicios básicos necesarios. Combina los fundamentos generales con los fundamentos específicos de cada posición para garantizar el desarrollo integral del jugador.
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