Lionel Messi no es un futbolista cualquiera. Ganador en cinco ocasiones del mayor galardón individual del fútbol, el Balón de Oro, la lista de premios y reconocimientos que ha conseguido como jugador parece interminable, incluyendo la Bota de Oro europea (otorgada al máximo goleador de Europa) en seis ocasiones y el premio al mejor futbolista argentino del año nada menos que once veces.

Algunos sostienen que el título de mejor jugador debería ser para su gran rival, Cristiano Ronaldo, ahora en la Juventus, y de hecho ambos parecen haberse motivado mutuamente en una carrera interminable por superarse el uno al otro. Recientemente, Ronaldo marcó su gol número 600 en el fútbol de clubes, y, en menos de una semana, Messi igualó la hazaña. Sin embargo, Messi supera a ambos en cuanto a talento puro y la capacidad de marcar goles de todo tipo y variedad. Y, posiblemente, Messi está más dispuesto a poner sus habilidades al servicio del colectivo y del equipo; con Ronaldo, siempre da la sensación de que todo gira en torno a él.

Infancia y comienzos

El talento de Messi fue evidente desde muy pequeño. Se unió a la cantera de Newell’s Old Boys con solo seis años y, en los seis años siguientes, marcó casi 500 goles.

Su carrera futbolística casi no llega a producirse. Cuando tenía diez años, le diagnosticaron una deficiencia de la hormona del crecimiento y su familia no podía costear el tratamiento. Newell’s se ofreció a cubrir el coste, pero luego se echó atrás, lo que llevó a su familia a buscar otras alternativas. Aprovechando conexiones familiares en Cataluña, organizaron una prueba para Messi en el Barcelona. El club español quedó tan impresionado que Charly Rexach, director deportivo, redactó un contrato en una servilleta. El Barcelona financió el tratamiento médico que el joven necesitaba.


Al principio, afectado por la nostalgia, Messi era tan callado que sus compañeros pensaban que era mudo. Sin embargo, una vez adaptado, se convirtió en parte del equipo juvenil más exitoso del club y ascendió rápidamente en las categorías del Camp Nou, debutando con el primer equipo con solo 16 años en un amistoso contra el Oporto, dirigido entonces por José Mourinho.

Su debut en liga llegó cuando entró como suplente ante el Espanyol, y marcó su primer gol oficial ante el Albacete, convirtiéndose en el goleador más joven de la historia del club.

Convertirse en una superestrella

Para la temporada 2005-2006, Messi ya se había consolidado como titular, con actuaciones de tal calidad que fue nombrado Mejor Jugador Joven del Mundo durante tres años consecutivos entre 2006 y 2008.
Aquejado de lesiones en sus primeros años, principalmente por problemas musculares, Messi adoptó una nueva dieta, rutina de entrenamiento y cambios en su estilo de vida que lo hicieron más fuerte físicamente y mejor preparado para soportar las exigencias del fútbol de élite. Como resultado, a pesar de estar expuesto a grandes riesgos, Messi hoy en día apenas sufre lesiones y suele perderse partidos más por descanso que por estar en la enfermería.

Tiki Taka

El Barcelona vivió su mayor éxito bajo la dirección de Pep Guardiola. Utilizando a Messi como eje del ataque, con Xavi y Andrés Iniesta manejando el centro del campo, el equipo adoptó un estilo de juego conocido como Tiki Taka. Evolucionando a partir del fútbol total introducido en el Camp Nou por Johan Cruyff en los años 70, Guardiola lo transformó en un juego basado en la posesión, el pase corto y el movimiento. Tuvo tanto éxito que la selección española lo adoptó, ayudándoles a ganar el Mundial en 2010 y la Eurocopa en 2008 y 2012.

El apogeo del éxito del Barcelona llegó entre 2011 y 2012. En 2011, el equipo ganó cinco títulos sin precedentes: LaLiga, la Champions League, la Supercopa de Europa, la Supercopa de España y el Mundial de Clubes de la FIFA. Messi estableció un nuevo récord en el club, marcando 53 goles y convirtiéndose en el primer jugador en la historia de España en superar los 50 goles en una sola temporada.Al año siguiente fue aún más lejos. Superó un récord de 57 años para convertirse en el máximo goleador histórico del club y marcó 73 goles en todas las competiciones, un nuevo récord europeo. Sumando los goles con la camiseta de Argentina, Messi anotó un total de 91 goles en ese año natural, una cifra que difícilmente será igualada en el futuro próximo.

Desde la marcha de Guardiola, se ha notado que el Barcelona ha sufrido un cierto declive, especialmente visible en la Champions League, donde en años consecutivos han desperdiciado ventajas de tres goles en semifinales, primero ante la Roma y luego, ese año, ante el Liverpool. Aunque siguen dominando en España, nunca han reemplazado de forma regular a Xavi e Iniesta y se han vuelto demasiado dependientes de Messi para ganar partidos. El fútbol es un deporte de equipo y, por muy talentoso que sea un jugador, no puede ganar partidos solo, al menos no de forma habitual.

Fútbol internacional

La mayor decepción de Messi ha llegado en el escenario internacional con Argentina. A pesar de ser el máximo goleador histórico del país, con 65 goles en 129 partidos, lo único que ha conseguido es una medalla de oro olímpica en Pekín y una medalla de campeón del Mundial Sub-20 de la FIFA.


Sin embargo, en los grandes torneos, su equipo siempre se ha quedado corto, especialmente en 2014 cuando, con Messi como capitán, Argentina llegó a la final del Mundial, solo para caer ante Alemania en la prórroga. Medio lesionado, Messi tuvo ocasiones para ganar el partido en el tiempo reglamentario, pero las oportunidades se desperdiciaron.
También ha perdido tres finales de Copa América. En la primera, la edición de 2007, Messi apenas tuvo protagonismo por su juventud, pero en las finales de 2015 y 2016, su selección era favorita para romper la sequía de títulos, solo para perder en ambas ocasiones ante Chile.

Parte del problema es que los torneos internacionales se juegan en verano y Messi siempre llega cansado tras una larga y dura temporada europea. Otro problema es que la selección argentina en la que ha jugado es de menor nivel que la de generaciones anteriores. Por brillante que sea, demasiadas veces se le ha pedido que cargue con el equipo sobre sus hombros. En el Barcelona está rodeado de jugadores de primer nivel en todas las posiciones, pero la selección nacional no se compara con su club habitual.

También influye el hecho de que no es tan valorado en su país natal como en España. En parte, porque nunca jugó profesionalmente en Argentina, ya que se fue al Barcelona con solo 13 años. No existe la misma identificación con él que con jugadores como Carlos Tévez, Gabriel Batistuta o Diego Maradona, todos ellos con carreras en River Plate o Boca Juniors antes de partir a Europa.

La presión por triunfar con Argentina ha sido demasiada en varias ocasiones, y se retiró de la selección en 2016 y, al menos de forma no oficial, en 2018. Sin embargo, siempre ha sido convencido para volver y se espera que lidere a su país en la Copa América de este año en Brasil.

Estilo de juego

De baja estatura —mide solo 1,70 metros—, Messi tiene un centro de gravedad bajo que le ayuda a cambiar de dirección rápidamente y a esquivar rivales. Principalmente zurdo, suele iniciar los ataques desde la derecha y recortar hacia el centro, dejando a menudo una estela de defensores atrás. Se apoya en explosiones cortas de aceleración para desmarcarse —su exentrenador Pep Guardiola dijo una vez que era el único jugador que había visto correr más rápido con el balón que sin él.
Messi es uno de los mejores lanzadores de faltas del mundo, aunque es menos seguro desde el punto de penalti. Habitual lanzador de penaltis para club y selección, ha fallado varios en los últimos años, ya que los porteros han aprendido dónde suele colocar el balón.

Lo que distingue a Messi de la mayoría de los jugadores es que, aunque es uno de los mejores goleadores del mundo, no es un delantero clásico. Más bien, suele actuar como organizador, iniciando ataques y combinando con sus compañeros para crear ocasiones para otros.

El futuro

Ahora, con 31 años, Messi tiene contrato con el Barcelona hasta 2021 y ha dejado claro que es el único club para el que jugará en Europa. Sin embargo, ha expresado su deseo de jugar en Newell’s Old Boys en Argentina antes de retirarse, por lo que quizás los aficionados locales algún día puedan ver a la estrella del fútbol en acción de forma regular. Ya sea que esto ocurra o decida retirarse en la cima con el club catalán, ya ha asegurado un legado duradero en el fútbol.
Y, si lograra conquistar la Copa América este año con Argentina, podría sentir que ha conseguido casi todo lo que se puede lograr en el fútbol.